MEDITACIÓN
Hoy, nosotros, estamos aquí comenzando este mes que dedicamos a contemplar a María, a alabar a María, a orar con María. Realmente, si nosotros nos sentimos atraídos por Jesús, si hemos creído en él, si queremos vivir su Evangelio, si estamos llenos del anhelo de su salvación, seguro que sentimos también un inmenso gozo por su madre. Como aquella mujer, tenemos ganas de verla, de conocerla, de felicitaría, de aprender también de ella.
Pero no es sólo esto. Nosotros sentimos la misma alegría de aquella mujer, pero a la vez sabemos que en María se cumple también lo que Jesús respondió ante aquel grito de alabanza. Jesús respondió a la mujer: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan».
Nosotros estamos aquí, en este mes de María, gozosos de estar con la Madre de Jesús, y más gozosos todavía porque ella es para todos un modelo de fe, de esperanza, de amor. Ella ha escuchado la palabra, la ha conservado en su corazón, la ha vivido profundamente. Ella es el primer modelo de fidelidad al Evangelio, ella es la primera cristiana.
Que durante este mes ella nos ayude a compartir el gozo de Jesús, y a crecer en la fe, en la esperanza, en el amor.
ORACIÓN
Gracias, María, por habernos dado a conocer a toda la Iglesia,
el gran cántico de tu vida. Ruega por nosotros para que
alabemos el nombre de Dios en todas las cosas.
Santa María, haznos cantar con júbilo, el gozo de creer,
fomentando el bien, la justicia y la caridad.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario