MEDITACIÓN
El camino de María acaba allí donde está su hijo Jesús, en la vida eterna de Dios. Y es luz para todos nosotros, señal del lugar al que estamos llamados a llegar.
El camino de la fidelidad a Jesús, el camino del seguimiento de! Evangelio, el camino de la apertura atenta y dispuesta a las llamadas de Dios, ha llevado a María a compartir ya por siempre aquella vida que es el término final hacia el cual nos encaminamos todos nosotros, y hacia donde camina, muchas veces sin saberlo, todo hombre y toda mujer que haya descubierto en el amor el verdadero sentido de su vida.
Por este camino anduvo María, por este camino queremos andar nosotros. Pero no es ningún mérito nuestro que llevemos en nuestro interior este anhelo que ella vivió con más intensidad que nadie. Es Dios mismo quien nos lo ha puesto dentro, a María y a nosotros.
Y nosotros, contemplándola a ella, mirándola a ella, sentimos la alegría de su gloria, y el deseo de vivirla nosotros también un día.
ORACIÓN
Gracias, María, por habernos dado a conocer a toda la Iglesia,
el gran cántico de tu vida. Ruega por nosotros para que
alabemos el nombre de Dios en todas las cosas.
Santa María, haznos cantar con júbilo, el gozo de creer,
fomentando el bien, la justicia y la caridad.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
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