domingo, 13 de mayo de 2012

Mes de mayo, mes de María: día 13



MEDITACIÓN
Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, sus padres,]osé y María, lo llevan al templo. Es la Ley de Israel. José y María llevan al niño al templo, y hacen la ofrenda prescrita para los primogénitos: un par de tórtolas o dos pichones.
Es un anciano, Simeón, que se pasaba los días en el templo, quien anuncia lo que aquella entrada significa: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».
El anciano Simeón, en el templo, después de las alabanzas, anuncia muy claro que ésta será la manera como se manifestará la luz para todos los hombres. Y lo
dice directamente a María, y le señala que ella misma compartirá la tristeza del amor rechazado, mal visto, crucificado: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma».


ORACIÓN
Gracias, María, por habernos dado a conocer a toda la Iglesia,
el gran cántico de tu vida. Ruega por nosotros para que 

alabemos el nombre de Dios en todas las cosas.
Santa María, haznos cantar con júbilo, el gozo de creer, 

fomentando el bien, la justicia y la caridad.
Por Jesucristo Nuestro Señor. 


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