jueves, 17 de mayo de 2012

Mes de mayo, mes de María: día 16







MEDITACIÓN
Herodes tenía miedo de aquel niño, Jesús, el hijo de María. Los magos le habían hablado de un rey de los judíos que acababa de nacer, y él comenzaba a temer por su poder. Era un gobernante despótico, puesto allí por los romanos, y hacía cuanto le venía en gana, sin ningún escrúpulo. No le importaba matar a quien fuera o robar lo que fuera: era el dueño de todo, personas y cosas, y nada tenía ningún valor a sus ojos.
Herodes, atemorizado ante aquel posible competidor, empieza a moverse para eliminarlo como sea. La familia de Jesús tiene que huir: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle».
Sí, desde el comienzo la vida de Jesús estará marcada por la opresión y el mal que los hombres somos capaces de producir. El, con María y José, será solidario desde el comienzo con todos los que llevan en su rostro el estigma de la opresión y la injusticia. El, con María y José, hará suyos los dolores y las esclavitudes de todo tipo que sufren los hombres.
Y después, cuando Herodes haya muerto y José, María y Jesús puedan volver de Egipto, aquel retorno será como un signo de que las opresiones, las injusticias, los dolores, las esclavitudes, tienen que ser vencidas. Porque Dios quiere que lo sean.

ORACIÓN
Gracias, María, por habernos dado a conocer a toda la Iglesia,
el gran cántico de tu vida. Ruega por nosotros para que
alabemos el nombre de Dios en todas las cosas.
Santa María, haznos cantar con júbilo, el gozo de creer,
fomentando el bien, la justicia y la caridad.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

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