sábado, 23 de junio de 2012

85º Aniversario de la llegada a Alhama del Siervo de Dios Federico Salvador Ramón



El Siervo de Dios con el hábito de canónigo de Guadix

Hace 85 años, el día de San Juan de 1927, tomaba posesión como párroco de la parroquial de San Nicolás de Bari de Alhama de Almería el Siervo de Dios Federico Salvador Ramón. Con motivo de esta efeméride, traemos al blog un interesante artículo de nuestro paisano el M. I. Sr. D. Francisco José Escámez Mañas, Canónigo Archivero de la S. y A. I. Catedral de la Encarnación de Almería y párroco de la parroquial de Santiago Apóstol, sobre uno de los más insignes párrocos de nuestra Parroquia. El artículo apareció en el nº 10 de El Eco de Alhama con el título: "Un cura de Alhama hacia los altares. P. Federico Salvador Ramón".

M. I. Sr. Canónigo D. Francisco José Escámez Mañas, autor del artículo

A toda persona de buena voluntad le complace saber de quienes han dedicado su vida al servicio del prójimo, a hacer el bien. Para ellos he aquí una buena noticia.
El 7 de Octubre de 1998, fiesta de Nª Sª del Rosario, se abrió en la S. Y A.I. Catedral de Almería el proceso de beatificación del Siervo de Dios P. Federico Salvador Ramón (1867 - 1931). Fundador de las Esclavas de la Inmaculada Niña (Divina Infantita)(1). Es decir, ha comenzado el trabajo de recopilar los testimonios que acrediten su heroica vida cristiana. Un gozoso acontecimiento para la Iglesia en Almería, que nos coge de lleno a los alhameños. Porque D. Federico fue párroco de nuestro pueblo.


En efecto, en 1927 llega a Alhama un sacerdote con un expediente difícil de igualar.
Había fallecido, tras un prolongado servicio a Alhama, el anterior párroco: "ni tampoco [asiste] el Sr. Cura Párroco D. Serafín Pastor Gutiérrez, porque desgraciadamente le había sorprendido la muerte aquel día hasta la fecha".(2)
La muerte del párroco causa un comprensible pesar, como queda reflejado en el acta de la citada sesión de dicha Junta, donde consta que "...se tomaron, por unanimidad, los acuerdos por el orden siguiente:
Primero: Hacer constar en acta el sentimiento de la Junta por la pérdida de nuestro entrañable amigo el malogrado Párroco D. Serafín Pastor Gutiérrez, y que la vacante del vocal nato que deja, quede sin proveer hasta que sea designado el nuevo Párroco que ha de sustituirle, si bien interinamente se designa para que la desempeñe en el entretanto el Coadjutor D. Sebastián Cantón López, a quien a propuesta del Sr. Alcalde y por aclamación unánime se le confería el nombramiento de Presidente honorario de esta Junta por los méritos y trabajos que viene tiempo ha deponiendo en pro de los intereses agrícolas".(3)


Unos meses antes, el nuevo párroco había sido incluido entre los almerienses de prestigio (4). ¿Quién era este hombre singular? "El estudioso P. Tapia lo define como 'sacerdote, misionero y literato', sin olvidar su condición de fundador, su labor como poeta (5) y periodista y su etapa de canónigo. (6)
Hay que añadir, además, la calidad de su vida, la coherencia entre ser y actuar que le caracterizó en todo momento. Estamos ante un profundo creyente, auténtico devoto de la Virgen María y celoso sacerdote. Por ello fue tenaz evangelizador, excelente capellán, magnífico orador, brillante apologeta, apóstol de pobres y obreros.
Varias obras y, especialmente, la revista Esclava y Reina, lo revelan como fecundo escritor mariano. También participó en los comienzos de la Hermandad de Sacerdotes Operarios. Las tierras de España, Roma y México fueron los lugares de su apostolado. ¡Menudo bagaje para el Reino!
Al igual que todo lo de sabor evangélico, su obra está acrisolada por la calumnia y la persecución.


Contado en vida entre los almerienses ilustres, murió con fama de santidad.(7)
'Os daré pastores según mi corazón'(Jer 3, 15). Con estas palabras del profeta Jeremías, Dios promete a su pueblo no dejarlo nunca privado de pastores que lo congreguen y lo guíen (...) La Iglesia, Pueblo de Dios, experimenta siempre el cumplimiento de este anuncio profético y, con alegría, da continuamente gracias al Señor. Sabe que Jesucristo mismo es cumplimiento vivo, supremo y definitivo de la promesa de Dios.(8)
En efecto, Dios ha sido fiel a su Palabra, dando a la Iglesia, en todo tiempo, ministros santamente entregados al servicio de Dios y de los hermanos.(9)
Con ese convencimiento de fe se expresaba ya San Agustín: "Los habrá sin duda, ni faltan ni faltarán".(10) Y se confirma en presbíteros como el P. Federico Salvador Ramón. (...) D. José Sirvent testimonia que desde joven iba "brillando en todas las esferas por su extraordinaria virtud".(11) Quienes gestionaron con don Federico cualquier labor pastoral, quedaban seducidos por su ardor apostólico. Como D. Luis Aliaga, párroco de Cantoria, quien recordaba su "gran celo por las almas".(12) No es una fórmula decir que murió con fama de santidad, porque la tenía tiempo antes.


Aquel notable sacerdote que fue D. Rafael Ortega, el cual lo conocía desde joven, afirmó: "En nuestros tiempos no ha habido en estos alrededores sacerdote más santo".(13)
El cardenal Casanova, obispo suyo en Almería -donde asistió a los ejercicios predicados por el P. Federico- y Granada, también lo consideraba un santo. Por eso le encargó una parroquia particularmente compleja y, a juzgar por los frutos, no se equivocaba.(14)
El diario La Independencia lo definía así en su necrológica: "Era incansable en el trabajo, ardoroso y tenaz en sus empresas apostólicas, abnegado y olvidado de sí mismo hasta el renunciamiento de su tranquilidad, de sus intereses y de su propia vida; pues hacía años que la enfermedad minaba su existencia, pero no aminoraba su celo y actividad."(15)
Para D. Agustín Serrano fue un hombre de Dios(16). En efecto, un hombre de Dios, y, por eso, un hombre de Iglesia y un hombre para los demás. Todo un sacerdote.(17)
La hoja de servicios del nuevo párroco de Alhama, como hemos indicado, estaba repleta de esfuerzos apostólicos. La perfección de sus cualidades era ya notoria.


Natural de Almería, de familia humilde, fue un joven aplicado que, tras superar brillantemente el bachillerato, al sentir la vocación sacerdotal, ingresó en el Seminario de San Indalecio. Allí simultaneó el estudio con la docencia. Los primeros pasos pastorales del seminarista Salvador le llevaron a colaborar en la catequesis de los barrios marginales.
Ordenado sacerdote en 1890, fue designado capellán del monasterio de Concepcionistas Franciscanas de la ciudad de Almería, popularmente conocido como "las Puras" por la hermosa imagen de la Purísima Concepción que alberga su capilla. En esa etapa tendría algunas experiencias religiosas que le conducirían a un mayor acercamiento a la Virgen María y a la fundación de una congregación religiosa. Empezó a destacar su oratoria y sus no comunes virtudes. Las monjas recuerdan aún hoy haber oído referir a sus hermanas mayores el rigor de las mortificaciones que se aplicaba y su caridad con los pobres.
Es cuando aparece el hoy beato Manuel Domingo Sol, fundador de los sacerdotes Operarios diocesanos, para la formación de los candidatos al sacerdocio. Vino a Almería llamado por el obispo, quien le proponía hacerse cargo de nuestro seminario, como así fue. Entonces se encontró con D. Federico. Las especiales cualidades de este joven capellán llamaron la atención del Beato Domingo y Sol, que lo llamó a su nuevo instituto. Enseguida lo destinó al recién inaugurado Colegio Español de Roma, fundado para mejorar la formación de los nuevos sacerdotes.


Poco tiempo después, llegado a Roma un obispo mejicano, en demanda de operarios para su seminario, nuestro D. Federico, que se sentía llamado a una vida misionera más dinámica, acepta. Marchó, pues, a Méjico, donde la Iglesia vivía unos tiempos arduos, que llegarían a la persecución violenta. Allí se encuentra con la Srta. Rosario Arrevillaga, y el Señor les inspira su don al servicio de la Iglesia y de la humanidad: las Esclavas de la Inmaculada Niña (antes llamadas de la Divina Infantita) "El Señor se sirvió de él para enriquecer a la Iglesia con esta congregación mariana y misionera, al servicio de la promoción integral de la juventud, en especia los más pobres."(18)
Es el nacimiento de una nueva rama de la esclavitud mariana, una espiritualidad popularizada por misioneros franceses, cuyos orígenes son españoles. Se desliga ya de los operarios, al comprender la voluntad divina sobre él.


Vuelve a veces a España, para cuidar las casas aquí fundadas - manantiales de fe, cariad y cultura -, mientras sembraba el evangelio como infatigable misionero popular.
Sin embargo, la obra de Dios no está exenta de pruebas, y debe acaba en 1910 la disolución de la reciente fundación religiosa. Ese calvario se mantendrá hasta 1921, en que el Papa autoriza por fin la existencia de la congregación. Nunca son definitivos los reveses que la maldad humana hace sufrir a la extensión del Reino.
Es esta dura etapa se produce su regreso a la diócesis de Almería, al ser designado en 1910, director del diario católico La Independencia. Sin descuidar todas las acreditadas formas de evangelización propias del tiempo, culturales y misionales, continúa con su denodada labor evangelizadora, ahora además por medio de la prensa.
Esta época asiste al esplendor del movimiento mariano, signo de la vitalidad católica. Numerosas obras, publicaciones y actividades ayudan a muchos a encontrar a Jesucristo, de la mano de la Virgen María. Incontables asociaciones piadosas fomentan la devoción a María. Abundan las congregaciones religiosas, de varones y mujeres, bajo la advocación de la Virgen. Así se refleja en la fundada por D. Federico. En ese contexto, en enviado como representante de la diócesis al congreso mariano de Tréveris (Francia) de 1.912.


Pero D. Federico tenía un hermano menor, D. Francisco, también sacerdote.(19) Tras ocupar diversas parroquias de nuestra diócesis, y queriendo dedicarse más libremente a su vocación teológica, gana unas oposiciones a la catedral del Guadix. ¿Por qué no trabajar juntos? D. Francisco propone a su hermano Federico hacer lo propio. Este, siempre estrechamente unido a su hermano, acepta.
En plena madurez, derrama su celo imparable lo mismo en la atención a los fieles de la catedral, que colaborando con los párrocos dando misiones, sin descuidar la asistencia religiosa a los colegios y asilos de la Divina Infantita, ni tampoco la revista Esclava y Reina.(20)


Agustín Serrano De Haro dice: "Así y todo, trabajado tanto y en tantas cosas, no acababa de sentirse augsto como Canónigo".(21) Años después, escribió alguien que lo conoció bien: "Como circulaba el insistente rumor, tal vez bien fundado, que se proponía a este canónigo para un obispado, él entonces renunció, con carácter irrevocable, [a] su prebenda catedralicia y se fue como huyendo a la capital de Granada en calidad de humilde capellán de unas monjitas de clausura, las Isabelas".(22)
Parece plausible esta explicación dadas las cualidades de D. Federico y su contacto con tantos obispos. Muchos santos han rechazado en la medida de lo posible, para sí y para sus súbditos, las altas responsabilidades episcopales, por dedicarse a las tareas para las que habían sido anteriormente elegidos por el Cielo. Criterio que habría venido a reforzar la alergia producida en el talante misionero del P. Federico, por la estabilidad de la vida catedralicia, para él relativa, al no dejar ni siquiera en esa etapa sus viajes misioneros.
"Y efectivamente, apenas fallecido su buen hermano, don Federico renunció a la Canongía en marzo de 1926, pidiendo la excardinación de la diócesis de Guadix, al par que era recibido en la de Granada, de la que era arzobispo dos Vicente Casanova y Marzol, y conocía de modo personal y directo todo lo que valía don Federico.
La primera estación, misionar y catequizar en el típico barrio del Albaicín granadino".(23) Allí "vivía sin muebles en una casa humildísima del Albaicín, asegurando sus devotos, que dormía en el suelo y comía de limosna, dando él a pobres todo lo que tenía y recogía. Allí fue un modelo de virtud y santidad, viviendo del Evangelio y sembrando Evangelio de casa en casa y de pobre en pobre".(24)


Por supuesto, D. Federico no se olvida de la obra de la esclavitud, que sigue creciendo. Se funda el colegio de El Ejido.(25) Meses después, en la primavera de 1.927, el cardenal Casanova lo destina a un lugar inhóspito, también en los confines de su archidiócesis, en la provincia de Almería: Paterna y Bayárcal.
Allí le llega el encargo de atender la Parroquia de Alhama. "El Cardenal Casanova le suplicó con gran interés que viniera a catequizar el pueblo de Alhama de Almería y luego el (sic) Ejido de Dalías, a cuya súplica nuestro don Federico, obedece al instante y en cuerpo y alma se entrega con gran celo apostólico, que rayaba en heroísmo a esta misión y mandato de trabajar en estas parcelas de la viña del Señor, donde cosechó abundantes frutos espirituales".(26)


Unos días más tarde habrá de incorporarse a su nuevo destino. "La carta que te decía que te adjuntaba era la que el Vice Secretario me escribía en nombre del Sr. Cardenal diciéndome que si podría ir yo a Alhama, le contesté que sí y todavía no recibo el nombramiento" Ya había cerrado la carta cuando se ve obligado a añadir nuevos datos, entre otros: "... llegó también el nombramiento de Alhama ..."(27)


El 24 de junio de 1927 llegó a nuestro pueblo. El mismo nos relata sus primeros pasos: "Llegué a las 9 a.m. Saludé al Coadjutor, almorcé con él, visité alcalde, juez y otros amigos y me fui en el auto correo a Instinción. [Donde había casa de las religiosas] De allí al día siguiente me traje los muebles de un estudiante y anoche ya dormí en mi cama. En esta casa curato, muy decente, vive todavía la familia de D. Serafín (...) Esta mañana prediqué y con toda la vaselina que el arte requiere dije que ..."(28) Inicia su predicación en un tono exigente, buscando la santificación de sus nuevos fieles. Es lo que se esperaría de quien, como el P. Federico, solo viene a anunciar a Cristo y su mensaje salvador. No a regalar los oídos.
Consciente de ser un simple instrumento en manos divinas, encarga oraciones por su nueva parroquia. "Pedid a Dios para que yo atine aquí. Esto nos importa mucho"(29) "A Consuelo que pida mucho por Alhama".(30)


Pero ¿se puede dejar una huella significativa en seis meses de pastoreo? Oigamos a los testigos: D. Salvador Huertas Baena, sucesor suyo al frente de la parroquia de Alhama, asegura: "... aquí hizo mucho bien..."(31) Hay que atender con seriedad a estas palabras. Quien sustituye a un colega está en una situación muy favorable para valorar justamente al sustituido.
En ese mismo sentido, convergen las declaraciones de otro compañero: "cosecho [en Alhama] abundantes frutos espirituales" dice lacónicamente D. José Sirvent.(32)
Además de las referencias de otras fuentes ya citadas, disponemos del Archivo Parroquial de Alhama.(33) Existe, asimismo una valiosa documentación, en el Archivo General de las Esclavas.(34) Parece una base consistente para poder determinar los principales rasgos de la figura del P. Federico Salvador en ese tiempo, así como de su acción sacerdotal al frente de la parroquia de Alhama de Almería.


Con los datos obtenidos por nuestra investigación, en especial un extenso muestreo de su correspondencia de esos meses, podemos afirmar que nos encontramos con un sacerdote de grandes virtudes y extremadamente entregado a su ministerio.
El obispo, ante la vacante producida en una parroquia poco habitual, envía a servirla a un sacerdote también de cualidades extraordinarias. El nuevo párroco pone todos los medios espirituales y todos los esfuerzos pastorales necesarios, para desempeñar fielmente al servicio encomendado.


Movido únicamente por el bien de las almas. Cuida su propia vida espiritual, mientras busca la cobertura de otras oraciones para su persona y apostolado. Vive con gran austeridad. Emprende cuantas reformas se requieren. Ofrece espacios de encuentro espiritual con el Señor, para favorecer la conversión personal. Invita a los fieles a una vida sacramental y de oración, que les fortalezca para vivir conforme al evangelio. Conoce las circunstancias en las que viven sus fieles. Los trata individualmente. Se preocupa por la problemática que les rodea, y se implica personalmente en la búsqueda de soluciones.
Mientras tanto, vela por las Esclavas, en cuanto fundador. Sea con las religiosas, sea con los sacerdotes, sea con cualquiera que busque orientación, el P. Federico se muestra como consumado guía espiritual. Aparece contento por el fruto que el Señor le concede percibir tras su esfuerzo, pero sin triunfalismo. Disfruta con los éxitos de otros colegas.
Todo un personaje. Todo un ejemplo de virtud y celo. En sucesivos trabajos pretendemos profundizar en su estudio.
"No puedo callar que la lectura de su vida ha sido un impacto para mí. Es una gran figura sacerdotal. Y además, me ha alcanzado un gran favor que encomendé a su intercesión. Podemos usar en privado - conforme a lo dispuesto por la iglesia -, esta preciosa oración: ' Señor Dios de bondad, que concediste a tu Siervo Federico Salvador la gracia de hacer siempre tu voluntad, como Esclavo de la Inmaculada Niña al servicio de los más pobres, donde la Iglesia lo necesitara; concédenos por su intercesión este mismo espíritu y la gracia que deseamos alcanzar. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor ' ". (35)


Notas
01.- Vid. Luis G. Yepes, Iniciado el proceso de canonización del fundador de la Divina Infantita, en diario Ideal, de Almería, 20-10-98, pág. 8; Apertura del proceso de canonización del Siervo de Dios Padre Federio Salvador y Ramón, en IGLESIA DIOCESANA, Boletín informativo de la Diócesis de Almería. Suplemento al Boletín Oficial del Obispado nº 180 Noviembre 1.998, pág. 19; Día del Señor. Semanario popular del Boletín Oficial Eclesiástico, nº 847 (22-12-98) y nº 848 (27-12-98). La homilía de mons. Alvarez Gastón, recordando tanto la vocación universal a la santidad como la imprescindible fidelidad de las religiosas al propio carisma, en Boletín Oficial del Obispado de Almería, año 26 (1.998) sept.-dic. Nº 9-12, pp. 140 (368)-143(371).
02.- Es decir, entre el 19-5 que se constituye provisionalmente la Junta Local de Informaciones Agrarias y el 12-6 que se tiene la sesión de constitución definitiva, en Libro de la Junta Local de Informaciones Agrícolas (1.927-1932), Archivo del Ayuntamiento de Alhama de Almería, sección 1ª, Negociado 2º, Legajo 1, folios 1-3.
03.- L.c. Nota 2, fol. 3. El alcalde era D. Emilio Carnevali y Martínez-Illescas, vid. Fol. 1. Transcurren las sesiones de 30-6; 3-7; 15,18 y 25-7 sin que se produzca el relevo. Es en la sesión 31-7, entre los asuntos del orden del día, aparece: "Primero: Se da posesión del cargo de vocal de la Junta al Sr. Cura párroco Don Federico Salvador Ramón quien pasa a ocupar el sillón que le corresponde, de la que se dará cuenta al Excmo. Sr. Gobernador Civil de la providencia conforme dispone el Real Decreto de 29 de Abril del corriente año" vid. Fol. 12 vtº-13. No vuelve a figurar su presencia. En la sesión del 16-9 estuvo D. Sebastián en representación del Cura Párroco. Vid. Fol. 14 vtº. Como vemos, los sacerdotes que servían entonces la parroquia de S. Nicolás de Bari, gozaban de la estima del pueblo, patente en las mencionadas muestras de reconocimiento social.
04.- En, Joaquín Santisteban Delgado - Miguel Flores González Grano de Oro, Apuntes para un índice de Hijos Ilustres de Almería y su provincia (noticias biográficas) Apéndice, folletón núm. 61, en Diario de Almería, 21-10-26 [pág. III].
05.- Cuando vea la luz este trabajo, habrá aparecido nuestro artículo Un cura poeta.
06.- José Angel Tapia Garrido, Almería hombre a hombre, Edit. Monte de Piedad y Caja de Ahorros, Almería 1.979, pág 204.
07.- F. Escámez, Un fundador almeriense, diario Ideal, de Almería, 12-2-99, pág 24.
08.- Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis sobre la formación de los sacerdotes, 25-3-92, nº 1.
09.- Estamos en el V Centenario del nacimiento del patrono del Clero Diocesano de España. Vid. Diego Muñoz S.J., Comienza el Centenario de San Juan de Avila, Rev. ECCLESIA nº 2.929, 23-1-99, pág. 12(105). Sólo nuestra diócesis de Almería tiene abiertos cuatro procesos de beatificación para más de un centenar de sacerdotes, seculares y regulares. Unos por la huella de santidad que han dejado, otros también por su fidelidad hasta el martirio. De muchos otros presbíteros se constata su fama de santidad, como es el caso de uno de los últimos párrocos de Laroya y Macael. Vid. F. Escámez (coord.) D. Manuel Rubira Sola, Presbítero. Vida y antología poética, Imp. Cartel, Albox 1.999. Allí se recoge sustancialmente: Esteban Belmonte Pérez, Vic. Ep. para la Vida Consagrada, Homenaje a D. Juan Bretones Pérez, conferencia en la Iglesia Parroquial de la Concepción (Albox), el 18-3-99, entre los actos conmemorativos de aquel sacerdote ejemplar.
Lo ha recordado recientemente Juan Pablo II: "¿Como no dar gracias a Dios, en esta perspectiva, [de 1.999, año del Padre] al recordar a los numerosos sacerdotes que, en este amplio período de tiempo, han dedicado su existencia al servicio del Evangelio, llegando a veces hasta el supremo sacrificio de la vida? A la vez que, en el espíritu del próximo Jubileo, confesamos los limites y las faltas de las anteriores generaciones cristianas y también las de sus sacerdotes, reconozcamos con alegría que, en el inestimable servicio hecho por la Iglesia al camino de la humanidad, una parte muy importante es debida al trabajo humilde y fiel de tantos ministros de Cristo que, a lo largo del milenio, han actuado como generosos constructores de la civilización del amor" Carta para el Jueves Santo de 1.999, nº 2, ECCLESIA nº 2.939, 3-4-99, pp. 22 (530)-24 (532); pág 23.
10.- Sermón 46, 19(sobre los pastores): Corpus Christianorum Latinorum 41, 546.
11.- José Sirvent Marín, párroco de Huércal de Almería, Un centenario. El del Rvdo. Sr. don. Federico Salvador Ramón, diario La Voz de Almería 9-3-67, pp. 6-7; pág 6.
12.- Luis Aliaga Navarro, Historia Parroquial de Cantoria. Primera Parte (manuscrito inédito) 1936. Fundación del Convento de la Divina Infantita pp. 124-132; Págs. 126-127.
13.- Agustín Serrano De Haro, Un hombre de Dios. Don Federico Salvador Ramón, Madrid 1974, cap III. El sacerdote pp. 63-74; pág. 74.
14.- A. Serrano, o.c. Nota 13, Ibídem.
15.- Edición de 17-3-31 [pág. 1]
16.- Vid. o.c. nota 13, el título.
17.- F. Escámez, Un cura santo, diario Ideal de Almería, 11-3-99, pág. 24
18.- F. Escámez, I.c. Nota 7, ibídem.
19.- A. Serrano, o.c. nota 13, cap. VII El compañero inseparable de su vida, pp. 117-126; también o.c. nota 6, págs. 204-205.
20.- Una breve biografía puede verse en o.c. nota 13, cap. I Apuntes biográficos, pp. 17-54.
21.- O.c. nota 13, Cap. I. Apuntes biográficos pp. 17-54; págs. 6-7.
22.- José Sirvent, I.c. nota 11, págs. 6-7.
23.- L.c. nota 21, ibidem. A su muerte se dirá que "renunció a esta prebenda para dedicarse a misionar pueblos y prestar especiales servicios en algunas parroquias de la Archidiócesis de Granada". Esclava y Reina 15 (1933) marzo-abril, nº 3-4, "Artículos necrológicos" pp. 104-121; que recoge "El Siglo Futuro de Madrid", en su número de 20 de marzo 1931, pp. 111-112; pág. 111.
24.- José Sirvent, I.c. nota 11, pág. 7
25.- Debo gratitud por la impagable acogida y colaboración de las Esclavas, en mi primer destino pastoral: el barrio de Santo Domingo, de El Ejido.
26.- José Sirvent, I.c. nota 11, pág. 7.
27.- Carta desde El Ejido, de 20-6-27 a M. Rosario de la Pureza, Archivo General de las Esclavas de la Inmaculada Niña I. 16. 13.
28.- Carta desde Alhama [en adelante no se hace constar este dato, salvo cuando escriba en otra localidad], de 24-6-27 al P. José Antonio Sierra Leiva (también "esclavo", martirizado y en proceso de beatificación), AG.EIN. I. 24.213. "Hoy fue el sermón de presentación" Carta a M. Rosario de la Pureza (entonces, superiora general), AG.EIN. I. 16. 15.
29.- Carta de 24-6-27 a M. Rosario de la Pureza, AG. EIN. I. 31. 13.
30.- Carta de 27-6-27 a M. Mª de la Niña Moreno y garrido, AG. EIN. I. 31. 13.
31.- Carta de pésame, de 21-3-31, AG. EIN.
32.- L.c. nota 11, pág. 7.
33.- La firma del P. Federico, con una caligrafía impecable y elegante rúbrica, puede verse en nuestro Archivo Parroquial. De su etapa dan testimonio:
El Libro 35 de Bautismos termina el 25-5-27. (Con esa fecha es revisado, en visita pastoral del obispo auxiliar D. Manuel Medina Olmos, después trasladado a Guadix, martirizado en Almería en 1936, beatificado en 1993.) El Libro 36, donde constarían los bautismos celebrados por nuestro personaje, no se conserva. Es el único que fue destruido en julio de 1936, entregado por Bernardo López, como él refería, a los exaltados, para preservar el conjunto del archivo pquial. Sobre este memorable paisano, G. Artés, El Eco de A. nº 5 (1998) pp. 28-31.
En el Libro 16 de Matrimonios desde el fol. 69 vtº, nº 270/16 de 1-7-27 hasta el fol. 75 vtº, nº 39 de 21-12-27, celebrará 22 de los 25 matrimonios bendecidos.
El Libro 17 de Defunciones registra 31 sepelios realizados entre el 2-7-27, fol. 19, nº41, hasta el 3-1-28, fol. 25 vtº, nº 2.
En el Libro 2 de Reconstrucción de Bautismos, folio 9 nº 15 se atribuye al P. Federico el de una persona nacida el 23-10-27. El Libro 1, que no he podido utilizar, incluirá las reconstrucciones registradas entre abril de 1939 y el 23-9-51, fecha en que comienza el Libro 2. En él probablemente constarán bastantes bautismos celebrados por D. Federico.
El Libro de Colecturia (1903-1933) folios 163-166. aparece su primera firma en fol 163, fecha 30-6-27, siendo la última de fecha 6-1-28, fol. 166.
34.- Toda gratitud y estima hacia las Esclavas de la Inmaculada Niña, por su apoyo y aliento en la realización de este trabajo. En particular a M. Eloisa, de Almería; M. Maris Stella, de Madrid y, especialmente, a M. María Reina, Superiora General.
35.- F. Escámez, I.c. nota 7, ibidem.


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