Fue la
séptima hija de un matrimonio judío profundamente religioso. Nació en
Breslavia, el 12 de octubre de 1891. Su vida fue la de una persona estudiosa
que, desde planteamientos muy profundos, descubrió la verdad de la fe
cristiano/católica y se convirtió hasta el punto de profesar como Monja
Carmelita. Podemos seguir su evolución apoyándonos en sus propios escritos:
"Tenía 21 años y estaba llena de ilusiones. La psicología me había
decepcionado... sin embargo, lo poco que sabía de fenomenología me encantaba,
sobre todo por el método objetivo de trabajo". Nos habla así de su
descubrimiento del pensamiento del filósofo Husserl, del que fue discípula en
Gotinga. Esto hizo que se relacionara con los mejores pensadores del momento. Y
así se puso en contacto con el misterio de aquel Dios que algunos de ellos ya
habían encontrado. Cuando murió Adolf Reinach, su esposa le pidió a Edith que
la ayudara a clasificar los escritos de su esposo. Y el contacto con esta
mujer, Anna, fue decisivo para nuestra santa: "Este fue mi primer
encuentro con aquella fuerza divina que da la cruz a aquellos que la llevan.
Por primera vez me apareció visiblemente la Iglesia, nacida de la pasión de
Cristo y victoriosa sobre la muerte. En aquel momento, mi incredulidad cedió,
el judaísmo empalideció a mis ojos".
Y leemos también: En el
verano de 1921, "tomé casualmente un libro de la biblioteca; llevaba por
tìtulo Vida de santa Teresa narrada por ella misma. Comencé a leer y no pude
dejarlo hasta que no lo terminé. Cuando lo cerré, me dije: esta es la
verdad". Algunos días después, acudió a la Iglesia y pidió el Bautismo,
que recibió en 1922. A partir de esa fecha, la vida de Edith cambia
radicalmente. Ya estaba deseosa de consagrarse del todo a Dios. Con todo, aún
tuvo que esperar y ejercer de profesora durante diez largos años. En ellos, se
fragua una conciencia muy profunda sobre dos grandes amores de su vida: el
pueblo judío y el carmelo. Sobre este segundo aspecto, su director espiritual
escribe: "Apenas me fue imposible retenerla en el mundo, corrió derecha al
carmelo, como un niño corre gozoso a los brazos de su madre". Edith
recibió el hábito el 15 de abril de 1934, adoptando el nombre de Teresa
Benedicta de la Cruz. La profesión perpetua la hizo en 1938. Dedicó su vida a ser
víctima de la expiación: "Existe una vocación a la pasión de Cristo y, a
través de ella, se coopera en su misión redentora..." Y aquí se unen sus
dos amores: El Señor hace posible que Teresa Benedicta participe con su muerte
a favor de su pueblo Israel. En 1938, fue trasladada al carmelo de Echt
(Holanda). El 2 de agosto de 1942, la Gestapo se presentó en el monasterio para
arrestarla junto con una hermana suya refugiada allí. Llevadas a Auschwitz,
fueron asesinadas el 9 de agosto de 1942. Cuando se busca a Dios con corazón
sincero, éste se deja encontrar. Así le sucedió a esta intelectual. La
experiencia de otros santos puede ser definitiva para nosotros. Así le sucedió
a ella con Santa Teresa. Una vez descubierto y aceptado el Dios verdadero,
todo, aun lo más inexplicable humanamente (como la Cruz), adquiere sentido.
Fue canonizada en 1998. Y, en 1999, fue proclamada co-patrona de Europa.
Fue canonizada en 1998. Y, en 1999, fue proclamada co-patrona de Europa.
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