Lucas 1,39-56
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
ORACIÓN
Oh gloriosa Señora,
elevada sobre las
estrellas,
que en vuestro seno
santificado
habéis criado
providencialmente a vuestro Creador.
Lo que nos quitó la
triste Eva,
Vos lo devolvéis por
vuestra santa fecundidad;
Vos sois el camino que
hace entrar en el cielo a los que lloran.
Vos sois la puerta del
gran Rey,
la brillante entrada de
la luz.
Pueblos redimidos,
cantad a la Vida dada por
la Virgen.
Gloria a Vos, Señor,
que habéis nacido de la
Virgen,
así como al Padre y al
Espíritu Santo,
por los siglos de los
siglos.
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