San John Fisher, santo obispo de la diócesis inglesa de Rochester, fue un prelado erudito formado en Cambridge y fue nombrado cardenal por el papa Paulo III. Santo Tomás Moro, uno de los humanistas más sabios de su tiempo, era el Canciller del Reino respetado en toda Europa. Ambos defendieron valientemente a la Iglesia frente al tirano rey Enrique VIII Tudor, perdiéndolo todo por mantenerse fieles al Vicario de Cristo. Tras padecer prisión y juicios inicuos, fueron ejecutados por el infame rey en 1535.
San John Fisher es el modelo de obispo católico, siempre fiel a la santidad de la Iglesia y a la coherencia evangélica.
Santo Tomás Moro, ejemplar padre de una familia numerosa, es un modelo de cristianos laicos y el Beato Juan Pablo II lo nombró Patrono de los Políticos.
ORACIÓN
Señor, tú has querido que el testimonio del martirio
sea perfecta expresión de la fe; concédenos, te rogamos,
por la intercesión de san Juan Fisher y santo Tomás Moro,
ratificar con una vida santa la fe que profesamos de palabra.
Por nuestro Señor Jesucristo.
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