El Siervo de Dios con el hábito de canónigo de Guadix
Hace 85 años, el día de San Juan de 1927, tomaba posesión como párroco de la parroquial de San Nicolás de Bari de Alhama de Almería el Siervo de Dios Federico Salvador Ramón. Con motivo de esta efeméride, traemos al blog un interesante artículo de nuestro paisano el M. I. Sr. D. Francisco José Escámez Mañas, Canónigo Archivero de la S. y A. I. Catedral de la Encarnación de Almería y párroco de la parroquial de Santiago Apóstol, sobre uno de los más insignes párrocos de nuestra Parroquia. El artículo apareció en el nº 10 de El Eco de Alhama con el título: "Un cura de Alhama hacia los altares. P. Federico Salvador Ramón".
M. I. Sr. Canónigo D. Francisco José Escámez Mañas, autor del artículo
A toda persona de buena voluntad le
complace saber de quienes han dedicado su vida al servicio del prójimo, a hacer
el bien. Para ellos he aquí una buena noticia.
El
7 de Octubre de 1998, fiesta de Nª Sª del Rosario, se abrió en la S. Y A.I.
Catedral de Almería el proceso de beatificación del Siervo de Dios P. Federico
Salvador Ramón (1867 - 1931). Fundador de las Esclavas de la Inmaculada Niña
(Divina Infantita)(1). Es decir, ha comenzado el trabajo de recopilar los
testimonios que acrediten su heroica vida cristiana. Un gozoso acontecimiento
para la Iglesia en Almería, que nos coge de lleno a los alhameños. Porque D.
Federico fue párroco de nuestro pueblo.
En
efecto, en 1927 llega a Alhama un sacerdote con un expediente difícil de
igualar.
Había
fallecido, tras un prolongado servicio a Alhama, el anterior párroco: "ni
tampoco [asiste] el Sr. Cura Párroco D. Serafín Pastor Gutiérrez, porque
desgraciadamente le había sorprendido la muerte aquel día hasta la fecha".(2)
La
muerte del párroco causa un comprensible pesar, como queda reflejado en el acta
de la citada sesión de dicha Junta, donde consta que "...se tomaron, por
unanimidad, los acuerdos por el orden siguiente:
Primero: Hacer constar en acta el sentimiento de la Junta por la pérdida de nuestro entrañable amigo el malogrado Párroco D. Serafín Pastor Gutiérrez, y que la vacante del vocal nato que deja, quede sin proveer hasta que sea designado el nuevo Párroco que ha de sustituirle, si bien interinamente se designa para que la desempeñe en el entretanto el Coadjutor D. Sebastián Cantón López, a quien a propuesta del Sr. Alcalde y por aclamación unánime se le confería el nombramiento de Presidente honorario de esta Junta por los méritos y trabajos que viene tiempo ha deponiendo en pro de los intereses agrícolas".(3)
Primero: Hacer constar en acta el sentimiento de la Junta por la pérdida de nuestro entrañable amigo el malogrado Párroco D. Serafín Pastor Gutiérrez, y que la vacante del vocal nato que deja, quede sin proveer hasta que sea designado el nuevo Párroco que ha de sustituirle, si bien interinamente se designa para que la desempeñe en el entretanto el Coadjutor D. Sebastián Cantón López, a quien a propuesta del Sr. Alcalde y por aclamación unánime se le confería el nombramiento de Presidente honorario de esta Junta por los méritos y trabajos que viene tiempo ha deponiendo en pro de los intereses agrícolas".(3)
Unos
meses antes, el nuevo párroco había sido incluido entre los almerienses de prestigio
(4). ¿Quién era este hombre singular? "El estudioso P. Tapia lo define
como 'sacerdote, misionero y literato', sin olvidar su condición de fundador,
su labor como poeta (5) y periodista y su etapa de canónigo. (6)
Hay
que añadir, además, la calidad de su vida, la coherencia entre ser y actuar que
le caracterizó en todo momento. Estamos ante un profundo creyente, auténtico
devoto de la Virgen María y celoso sacerdote. Por ello fue tenaz evangelizador,
excelente capellán, magnífico orador, brillante apologeta, apóstol de pobres y
obreros.
Varias
obras y, especialmente, la revista Esclava y Reina, lo revelan como fecundo
escritor mariano. También participó en los comienzos de la Hermandad de
Sacerdotes Operarios. Las tierras de España, Roma y México fueron los lugares
de su apostolado. ¡Menudo bagaje para el Reino!
Al
igual que todo lo de sabor evangélico, su obra está acrisolada por la calumnia
y la persecución.
Contado en vida
entre los almerienses ilustres, murió con fama de santidad.(7)
'Os daré
pastores según mi corazón'(Jer 3, 15). Con
estas palabras del profeta Jeremías, Dios promete a su pueblo no dejarlo nunca
privado de pastores que lo congreguen y lo guíen (...) La Iglesia, Pueblo de
Dios, experimenta siempre el cumplimiento de este anuncio profético y, con
alegría, da continuamente gracias al Señor. Sabe que Jesucristo mismo es
cumplimiento vivo, supremo y definitivo de la promesa de Dios.(8)
En efecto, Dios ha sido fiel a su Palabra, dando a la
Iglesia, en todo tiempo, ministros santamente entregados al servicio de Dios y
de los hermanos.(9)
Con
ese convencimiento de fe se expresaba ya San Agustín: "Los habrá sin duda,
ni faltan ni faltarán".(10) Y se confirma en presbíteros como el P.
Federico Salvador Ramón. (...) D. José Sirvent testimonia que desde joven iba
"brillando en todas las esferas por su extraordinaria virtud".(11)
Quienes gestionaron con don Federico cualquier labor pastoral, quedaban
seducidos por su ardor apostólico. Como D. Luis Aliaga, párroco de Cantoria,
quien recordaba su "gran celo por las almas".(12) No es una fórmula
decir que murió con fama de santidad, porque la tenía tiempo antes.
Aquel
notable sacerdote que fue D. Rafael Ortega, el cual lo conocía desde joven,
afirmó: "En nuestros tiempos no ha habido en estos alrededores sacerdote
más santo".(13)
El
cardenal Casanova, obispo suyo en Almería -donde asistió a los ejercicios
predicados por el P. Federico- y Granada, también lo consideraba un santo. Por
eso le encargó una parroquia particularmente compleja y, a juzgar por los frutos,
no se equivocaba.(14)
El
diario La Independencia lo definía así en su necrológica: "Era incansable en
el trabajo, ardoroso y tenaz en sus empresas apostólicas, abnegado y olvidado
de sí mismo hasta el renunciamiento de su tranquilidad, de sus intereses y de
su propia vida; pues hacía años que la enfermedad minaba su existencia, pero no
aminoraba su celo y actividad."(15)
Para
D. Agustín Serrano fue un hombre de Dios(16). En efecto, un hombre de Dios, y,
por eso, un hombre de Iglesia y un hombre para los demás. Todo un
sacerdote.(17)
La
hoja de servicios del nuevo párroco de Alhama, como hemos indicado, estaba
repleta de esfuerzos apostólicos. La perfección de sus cualidades era ya
notoria.
Natural
de Almería, de familia humilde, fue un joven aplicado que, tras superar
brillantemente el bachillerato, al sentir la vocación sacerdotal, ingresó en el
Seminario de San Indalecio. Allí simultaneó el estudio con la docencia. Los
primeros pasos pastorales del seminarista Salvador le llevaron a colaborar en
la catequesis de los barrios marginales.
Ordenado
sacerdote en 1890, fue designado capellán del monasterio de Concepcionistas
Franciscanas de la ciudad de Almería, popularmente conocido como "las
Puras" por la hermosa imagen de la Purísima Concepción que alberga su
capilla. En esa etapa tendría algunas experiencias religiosas que le
conducirían a un mayor acercamiento a la Virgen María y a la fundación de una
congregación religiosa. Empezó a destacar su oratoria y sus no comunes
virtudes. Las monjas recuerdan aún hoy haber oído referir a sus hermanas
mayores el rigor de las mortificaciones que se aplicaba y su caridad con los
pobres.
Es
cuando aparece el hoy beato Manuel Domingo Sol, fundador de los sacerdotes
Operarios diocesanos, para la formación de los candidatos al sacerdocio. Vino a
Almería llamado por el obispo, quien le proponía hacerse cargo de nuestro
seminario, como así fue. Entonces se encontró con D. Federico. Las especiales
cualidades de este joven capellán llamaron la atención del Beato Domingo y Sol,
que lo llamó a su nuevo instituto. Enseguida lo destinó al recién inaugurado
Colegio Español de Roma, fundado para mejorar la formación de los nuevos
sacerdotes.
Poco
tiempo después, llegado a Roma un obispo mejicano, en demanda de operarios para
su seminario, nuestro D. Federico, que se sentía llamado a una vida misionera
más dinámica, acepta. Marchó, pues, a Méjico, donde la Iglesia vivía unos
tiempos arduos, que llegarían a la persecución violenta. Allí se encuentra con
la Srta. Rosario Arrevillaga, y el Señor les inspira su don al servicio de la
Iglesia y de la humanidad: las Esclavas de la Inmaculada Niña (antes llamadas
de la Divina Infantita) "El Señor se sirvió de él para enriquecer a la
Iglesia con esta congregación mariana y misionera, al servicio de la promoción
integral de la juventud, en especia los más pobres."(18)
Es
el nacimiento de una nueva rama de la esclavitud mariana, una espiritualidad
popularizada por misioneros franceses, cuyos orígenes son españoles. Se desliga
ya de los operarios, al comprender la voluntad divina sobre él.
Vuelve
a veces a España, para cuidar las casas aquí fundadas - manantiales de fe,
cariad y cultura -, mientras sembraba el evangelio como infatigable misionero
popular.
Sin
embargo, la obra de Dios no está exenta de pruebas, y debe acaba en 1910 la
disolución de la reciente fundación religiosa. Ese calvario se mantendrá hasta
1921, en que el Papa autoriza por fin la existencia de la congregación. Nunca
son definitivos los reveses que la maldad humana hace sufrir a la extensión del
Reino.
Es
esta dura etapa se produce su regreso a la diócesis de Almería, al ser
designado en 1910, director del diario católico La Independencia. Sin descuidar
todas las acreditadas formas de evangelización propias del tiempo, culturales y
misionales, continúa con su denodada labor evangelizadora, ahora además por
medio de la prensa.
Esta
época asiste al esplendor del movimiento mariano, signo de la vitalidad
católica. Numerosas obras, publicaciones y actividades ayudan a muchos a
encontrar a Jesucristo, de la mano de la Virgen María. Incontables asociaciones
piadosas fomentan la devoción a María. Abundan las congregaciones religiosas,
de varones y mujeres, bajo la advocación de la Virgen. Así se refleja en la
fundada por D. Federico. En ese contexto, en enviado como representante de la
diócesis al congreso mariano de Tréveris (Francia) de 1.912.
Pero
D. Federico tenía un hermano menor, D. Francisco, también sacerdote.(19) Tras
ocupar diversas parroquias de nuestra diócesis, y queriendo dedicarse más
libremente a su vocación teológica, gana unas oposiciones a la catedral del
Guadix. ¿Por qué no trabajar juntos? D. Francisco propone a su hermano Federico
hacer lo propio. Este, siempre estrechamente unido a su hermano, acepta.
En
plena madurez, derrama su celo imparable lo mismo en la atención a los fieles
de la catedral, que colaborando con los párrocos dando misiones, sin descuidar
la asistencia religiosa a los colegios y asilos de la Divina Infantita, ni
tampoco la revista Esclava y Reina.(20)
Agustín
Serrano De Haro dice: "Así y todo, trabajado tanto y en tantas cosas, no
acababa de sentirse augsto como Canónigo".(21) Años después, escribió
alguien que lo conoció bien: "Como circulaba el insistente rumor, tal vez
bien fundado, que se proponía a este canónigo para un obispado, él entonces
renunció, con carácter irrevocable, [a] su prebenda catedralicia y se fue como
huyendo a la capital de Granada en calidad de humilde capellán de unas monjitas
de clausura, las Isabelas".(22)
Parece
plausible esta explicación dadas las cualidades de D. Federico y su contacto
con tantos obispos. Muchos santos han rechazado en la medida de lo posible,
para sí y para sus súbditos, las altas responsabilidades episcopales, por
dedicarse a las tareas para las que habían sido anteriormente elegidos por el
Cielo. Criterio que habría venido a reforzar la alergia producida en el talante
misionero del P. Federico, por la estabilidad de la vida catedralicia, para él
relativa, al no dejar ni siquiera en esa etapa sus viajes misioneros.
"Y
efectivamente, apenas fallecido su buen hermano, don Federico renunció a la
Canongía en marzo de 1926, pidiendo la excardinación de la diócesis de Guadix,
al par que era recibido en la de Granada, de la que era arzobispo dos Vicente
Casanova y Marzol, y conocía de modo personal y directo todo lo que valía don
Federico.
La
primera estación, misionar y catequizar en el típico barrio del Albaicín
granadino".(23) Allí "vivía sin muebles en una casa humildísima del
Albaicín, asegurando sus devotos, que dormía en el suelo y comía de limosna,
dando él a pobres todo lo que tenía y recogía. Allí fue un modelo de virtud y
santidad, viviendo del Evangelio y sembrando Evangelio de casa en casa y de
pobre en pobre".(24)
Por
supuesto, D. Federico no se olvida de la obra de la esclavitud, que sigue
creciendo. Se funda el colegio de El Ejido.(25) Meses después, en la primavera
de 1.927, el cardenal Casanova lo destina a un lugar inhóspito, también en los
confines de su archidiócesis, en la provincia de Almería: Paterna y Bayárcal.
Allí
le llega el encargo de atender la Parroquia de Alhama. "El Cardenal
Casanova le suplicó con gran interés que viniera a catequizar el pueblo de
Alhama de Almería y luego el (sic) Ejido de Dalías, a cuya súplica nuestro don
Federico, obedece al instante y en cuerpo y alma se entrega con gran celo
apostólico, que rayaba en heroísmo a esta misión y mandato de trabajar en estas
parcelas de la viña del Señor, donde cosechó abundantes frutos
espirituales".(26)
Unos
días más tarde habrá de incorporarse a su nuevo destino. "La carta que te
decía que te adjuntaba era la que el Vice Secretario me escribía en nombre del
Sr. Cardenal diciéndome que si podría ir yo a Alhama, le contesté que sí y
todavía no recibo el nombramiento" Ya había cerrado la carta cuando se ve
obligado a añadir nuevos datos, entre otros: "... llegó también el
nombramiento de Alhama ..."(27)
El
24 de junio de 1927 llegó a nuestro pueblo. El mismo nos relata sus primeros
pasos: "Llegué a las 9 a.m. Saludé al Coadjutor, almorcé con él, visité
alcalde, juez y otros amigos y me fui en el auto correo a Instinción. [Donde
había casa de las religiosas] De allí al día siguiente me traje los muebles de
un estudiante y anoche ya dormí en mi cama. En esta casa curato, muy decente,
vive todavía la familia de D. Serafín (...) Esta mañana prediqué y con toda la
vaselina que el arte requiere dije que ..."(28) Inicia su predicación en
un tono exigente, buscando la santificación de sus nuevos fieles. Es lo que se
esperaría de quien, como el P. Federico, solo viene a anunciar a Cristo y su
mensaje salvador. No a regalar los oídos.
Consciente
de ser un simple instrumento en manos divinas, encarga oraciones por su nueva
parroquia. "Pedid a Dios para que yo atine aquí. Esto nos importa
mucho"(29) "A Consuelo que pida mucho por Alhama".(30)
Pero
¿se puede dejar una huella significativa en seis meses de pastoreo? Oigamos a
los testigos: D. Salvador Huertas Baena, sucesor suyo al frente de la parroquia
de Alhama, asegura: "... aquí hizo mucho bien..."(31) Hay que atender
con seriedad a estas palabras. Quien sustituye a un colega está en una
situación muy favorable para valorar justamente al sustituido.
En
ese mismo sentido, convergen las declaraciones de otro compañero: "cosecho
[en Alhama] abundantes frutos espirituales" dice lacónicamente D. José
Sirvent.(32)
Además
de las referencias de otras fuentes ya citadas, disponemos del Archivo
Parroquial de Alhama.(33) Existe, asimismo una valiosa documentación, en el
Archivo General de las Esclavas.(34) Parece una base consistente para poder
determinar los principales rasgos de la figura del P. Federico Salvador en ese
tiempo, así como de su acción sacerdotal al frente de la parroquia de Alhama de
Almería.
Con
los datos obtenidos por nuestra investigación, en especial un extenso muestreo
de su correspondencia de esos meses, podemos afirmar que nos encontramos con un
sacerdote de grandes virtudes y extremadamente entregado a su ministerio.
El
obispo, ante la vacante producida en una parroquia poco habitual, envía a servirla
a un sacerdote también de cualidades extraordinarias. El nuevo párroco pone
todos los medios espirituales y todos los esfuerzos pastorales necesarios, para
desempeñar fielmente al servicio encomendado.
Movido
únicamente por el bien de las almas. Cuida su propia vida espiritual, mientras
busca la cobertura de otras oraciones para su persona y apostolado. Vive con
gran austeridad. Emprende cuantas reformas se requieren. Ofrece espacios de
encuentro espiritual con el Señor, para favorecer la conversión personal.
Invita a los fieles a una vida sacramental y de oración, que les fortalezca
para vivir conforme al evangelio. Conoce las circunstancias en las que viven
sus fieles. Los trata individualmente. Se preocupa por la problemática que les
rodea, y se implica personalmente en la búsqueda de soluciones.
Mientras
tanto, vela por las Esclavas, en cuanto fundador. Sea con las religiosas, sea
con los sacerdotes, sea con cualquiera que busque orientación, el P. Federico
se muestra como consumado guía espiritual. Aparece contento por el fruto que el
Señor le concede percibir tras su esfuerzo, pero sin triunfalismo. Disfruta con
los éxitos de otros colegas.
Todo un
personaje. Todo un ejemplo de virtud y celo. En sucesivos trabajos pretendemos
profundizar en su estudio.
"No puedo
callar que la lectura de su vida ha sido un impacto para mí. Es una gran figura
sacerdotal. Y además, me ha alcanzado un gran favor que encomendé a su
intercesión. Podemos usar en privado - conforme a lo dispuesto por la iglesia
-, esta preciosa oración: ' Señor Dios de bondad, que concediste a tu Siervo
Federico Salvador la gracia de hacer siempre tu voluntad, como Esclavo de la
Inmaculada Niña al servicio de los más pobres, donde la Iglesia lo necesitara;
concédenos por su intercesión este mismo espíritu y la gracia que deseamos
alcanzar. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor ' ". (35)
Notas
01.- Vid. Luis G. Yepes, Iniciado el
proceso de canonización del fundador de la Divina Infantita, en diario Ideal,
de Almería, 20-10-98, pág. 8; Apertura del proceso de canonización del Siervo
de Dios Padre Federio Salvador y Ramón, en IGLESIA DIOCESANA, Boletín
informativo de la Diócesis de Almería. Suplemento al Boletín Oficial del
Obispado nº 180 Noviembre 1.998, pág. 19; Día del Señor. Semanario popular del
Boletín Oficial Eclesiástico, nº 847 (22-12-98) y nº 848 (27-12-98). La homilía
de mons. Alvarez Gastón, recordando tanto la vocación universal a la santidad
como la imprescindible fidelidad de las religiosas al propio carisma, en
Boletín Oficial del Obispado de Almería, año 26 (1.998) sept.-dic. Nº 9-12, pp.
140 (368)-143(371).
02.- Es decir, entre el 19-5 que se
constituye provisionalmente la Junta Local de Informaciones Agrarias y el 12-6
que se tiene la sesión de constitución definitiva, en Libro de la Junta Local
de Informaciones Agrícolas (1.927-1932), Archivo del Ayuntamiento de Alhama de
Almería, sección 1ª, Negociado 2º, Legajo 1, folios 1-3.
03.- L.c. Nota 2, fol. 3. El alcalde era
D. Emilio Carnevali y Martínez-Illescas, vid. Fol. 1. Transcurren las sesiones
de 30-6; 3-7; 15,18 y 25-7 sin que se produzca el relevo. Es en la sesión 31-7,
entre los asuntos del orden del día, aparece: "Primero: Se da posesión del
cargo de vocal de la Junta al Sr. Cura párroco Don Federico Salvador Ramón
quien pasa a ocupar el sillón que le corresponde, de la que se dará cuenta al
Excmo. Sr. Gobernador Civil de la providencia conforme dispone el Real Decreto
de 29 de Abril del corriente año" vid. Fol. 12 vtº-13. No vuelve a figurar
su presencia. En la sesión del 16-9 estuvo D. Sebastián en representación del
Cura Párroco. Vid. Fol. 14 vtº. Como vemos, los sacerdotes que servían entonces
la parroquia de S. Nicolás de Bari, gozaban de la estima del pueblo, patente en
las mencionadas muestras de reconocimiento social.
04.- En, Joaquín Santisteban Delgado -
Miguel Flores González Grano de Oro, Apuntes para un índice de Hijos Ilustres
de Almería y su provincia (noticias biográficas) Apéndice, folletón núm. 61, en
Diario de Almería, 21-10-26 [pág. III].
05.- Cuando vea la luz este trabajo, habrá
aparecido nuestro artículo Un cura poeta.
06.- José Angel Tapia Garrido, Almería
hombre a hombre, Edit. Monte de Piedad y Caja de Ahorros, Almería 1.979, pág
204.
07.- F. Escámez, Un fundador almeriense,
diario Ideal, de Almería, 12-2-99, pág 24.
08.- Juan Pablo II, Exhortación Apostólica
Pastores dabo vobis sobre la formación de los sacerdotes, 25-3-92, nº 1.
09.- Estamos en el V Centenario del
nacimiento del patrono del Clero Diocesano de España. Vid. Diego Muñoz S.J.,
Comienza el Centenario de San Juan de Avila, Rev. ECCLESIA nº 2.929, 23-1-99,
pág. 12(105). Sólo nuestra diócesis de Almería tiene abiertos cuatro procesos
de beatificación para más de un centenar de sacerdotes, seculares y regulares.
Unos por la huella de santidad que han dejado, otros también por su fidelidad
hasta el martirio. De muchos otros presbíteros se constata su fama de santidad,
como es el caso de uno de los últimos párrocos de Laroya y Macael. Vid. F.
Escámez (coord.) D. Manuel Rubira Sola, Presbítero. Vida y antología poética,
Imp. Cartel, Albox 1.999. Allí se recoge sustancialmente: Esteban Belmonte Pérez,
Vic. Ep. para la Vida Consagrada, Homenaje a D. Juan Bretones Pérez,
conferencia en la Iglesia Parroquial de la Concepción (Albox), el 18-3-99,
entre los actos conmemorativos de aquel sacerdote ejemplar.
Lo ha recordado recientemente Juan Pablo II: "¿Como no dar gracias a Dios, en esta perspectiva, [de 1.999, año del Padre] al recordar a los numerosos sacerdotes que, en este amplio período de tiempo, han dedicado su existencia al servicio del Evangelio, llegando a veces hasta el supremo sacrificio de la vida? A la vez que, en el espíritu del próximo Jubileo, confesamos los limites y las faltas de las anteriores generaciones cristianas y también las de sus sacerdotes, reconozcamos con alegría que, en el inestimable servicio hecho por la Iglesia al camino de la humanidad, una parte muy importante es debida al trabajo humilde y fiel de tantos ministros de Cristo que, a lo largo del milenio, han actuado como generosos constructores de la civilización del amor" Carta para el Jueves Santo de 1.999, nº 2, ECCLESIA nº 2.939, 3-4-99, pp. 22 (530)-24 (532); pág 23.
Lo ha recordado recientemente Juan Pablo II: "¿Como no dar gracias a Dios, en esta perspectiva, [de 1.999, año del Padre] al recordar a los numerosos sacerdotes que, en este amplio período de tiempo, han dedicado su existencia al servicio del Evangelio, llegando a veces hasta el supremo sacrificio de la vida? A la vez que, en el espíritu del próximo Jubileo, confesamos los limites y las faltas de las anteriores generaciones cristianas y también las de sus sacerdotes, reconozcamos con alegría que, en el inestimable servicio hecho por la Iglesia al camino de la humanidad, una parte muy importante es debida al trabajo humilde y fiel de tantos ministros de Cristo que, a lo largo del milenio, han actuado como generosos constructores de la civilización del amor" Carta para el Jueves Santo de 1.999, nº 2, ECCLESIA nº 2.939, 3-4-99, pp. 22 (530)-24 (532); pág 23.
10.- Sermón 46, 19(sobre los pastores):
Corpus Christianorum Latinorum 41, 546.
11.- José Sirvent Marín, párroco de
Huércal de Almería, Un centenario. El del Rvdo. Sr. don. Federico Salvador
Ramón, diario La Voz de Almería 9-3-67, pp. 6-7; pág 6.
12.- Luis Aliaga Navarro, Historia
Parroquial de Cantoria. Primera Parte (manuscrito inédito) 1936. Fundación del
Convento de la Divina Infantita pp. 124-132; Págs. 126-127.
13.- Agustín Serrano De Haro, Un hombre de
Dios. Don Federico Salvador Ramón, Madrid 1974, cap III. El sacerdote pp.
63-74; pág. 74.
14.- A. Serrano, o.c. Nota 13, Ibídem.
15.- Edición de 17-3-31 [pág. 1]
16.- Vid. o.c. nota 13, el título.
17.- F. Escámez, Un cura santo, diario
Ideal de Almería, 11-3-99, pág. 24
18.- F. Escámez, I.c. Nota 7, ibídem.
19.- A. Serrano, o.c. nota 13, cap. VII El
compañero inseparable de su vida, pp. 117-126; también o.c. nota 6, págs.
204-205.
20.- Una breve biografía puede verse en
o.c. nota 13, cap. I Apuntes biográficos, pp. 17-54.
21.- O.c. nota 13, Cap. I. Apuntes
biográficos pp. 17-54; págs. 6-7.
22.- José Sirvent, I.c. nota 11, págs.
6-7.
23.- L.c. nota 21, ibidem. A su muerte se
dirá que "renunció a esta prebenda para dedicarse a misionar pueblos y
prestar especiales servicios en algunas parroquias de la Archidiócesis de
Granada". Esclava y Reina 15 (1933) marzo-abril, nº 3-4, "Artículos
necrológicos" pp. 104-121; que recoge "El Siglo Futuro de
Madrid", en su número de 20 de marzo 1931, pp. 111-112; pág. 111.
24.- José Sirvent, I.c. nota 11, pág. 7
25.- Debo gratitud por la impagable
acogida y colaboración de las Esclavas, en mi primer destino pastoral: el
barrio de Santo Domingo, de El Ejido.
26.- José Sirvent, I.c. nota 11, pág. 7.
27.- Carta desde El Ejido, de 20-6-27 a M.
Rosario de la Pureza, Archivo General de las Esclavas de la Inmaculada Niña I.
16. 13.
28.- Carta desde Alhama [en adelante no se
hace constar este dato, salvo cuando escriba en otra localidad], de 24-6-27 al
P. José Antonio Sierra Leiva (también "esclavo", martirizado y en
proceso de beatificación), AG.EIN. I. 24.213. "Hoy fue el sermón de
presentación" Carta a M. Rosario de la Pureza (entonces, superiora
general), AG.EIN. I. 16. 15.
29.- Carta de 24-6-27 a M. Rosario de la
Pureza, AG. EIN. I. 31. 13.
30.- Carta de 27-6-27 a M. Mª de la Niña
Moreno y garrido, AG. EIN. I. 31. 13.
31.- Carta de pésame, de 21-3-31, AG. EIN.
32.- L.c. nota 11, pág. 7.
33.- La firma del P. Federico, con una caligrafía
impecable y elegante rúbrica, puede verse en nuestro Archivo Parroquial. De su
etapa dan testimonio:
El Libro 35 de Bautismos termina el 25-5-27. (Con esa fecha es revisado, en visita pastoral del obispo auxiliar D. Manuel Medina Olmos, después trasladado a Guadix, martirizado en Almería en 1936, beatificado en 1993.) El Libro 36, donde constarían los bautismos celebrados por nuestro personaje, no se conserva. Es el único que fue destruido en julio de 1936, entregado por Bernardo López, como él refería, a los exaltados, para preservar el conjunto del archivo pquial. Sobre este memorable paisano, G. Artés, El Eco de A. nº 5 (1998) pp. 28-31.
En el Libro 16 de Matrimonios desde el fol. 69 vtº, nº 270/16 de 1-7-27 hasta el fol. 75 vtº, nº 39 de 21-12-27, celebrará 22 de los 25 matrimonios bendecidos.
El Libro 17 de Defunciones registra 31 sepelios realizados entre el 2-7-27, fol. 19, nº41, hasta el 3-1-28, fol. 25 vtº, nº 2.
En el Libro 2 de Reconstrucción de Bautismos, folio 9 nº 15 se atribuye al P. Federico el de una persona nacida el 23-10-27. El Libro 1, que no he podido utilizar, incluirá las reconstrucciones registradas entre abril de 1939 y el 23-9-51, fecha en que comienza el Libro 2. En él probablemente constarán bastantes bautismos celebrados por D. Federico.
El Libro de Colecturia (1903-1933) folios 163-166. aparece su primera firma en fol 163, fecha 30-6-27, siendo la última de fecha 6-1-28, fol. 166.
El Libro 35 de Bautismos termina el 25-5-27. (Con esa fecha es revisado, en visita pastoral del obispo auxiliar D. Manuel Medina Olmos, después trasladado a Guadix, martirizado en Almería en 1936, beatificado en 1993.) El Libro 36, donde constarían los bautismos celebrados por nuestro personaje, no se conserva. Es el único que fue destruido en julio de 1936, entregado por Bernardo López, como él refería, a los exaltados, para preservar el conjunto del archivo pquial. Sobre este memorable paisano, G. Artés, El Eco de A. nº 5 (1998) pp. 28-31.
En el Libro 16 de Matrimonios desde el fol. 69 vtº, nº 270/16 de 1-7-27 hasta el fol. 75 vtº, nº 39 de 21-12-27, celebrará 22 de los 25 matrimonios bendecidos.
El Libro 17 de Defunciones registra 31 sepelios realizados entre el 2-7-27, fol. 19, nº41, hasta el 3-1-28, fol. 25 vtº, nº 2.
En el Libro 2 de Reconstrucción de Bautismos, folio 9 nº 15 se atribuye al P. Federico el de una persona nacida el 23-10-27. El Libro 1, que no he podido utilizar, incluirá las reconstrucciones registradas entre abril de 1939 y el 23-9-51, fecha en que comienza el Libro 2. En él probablemente constarán bastantes bautismos celebrados por D. Federico.
El Libro de Colecturia (1903-1933) folios 163-166. aparece su primera firma en fol 163, fecha 30-6-27, siendo la última de fecha 6-1-28, fol. 166.
34.- Toda gratitud y estima hacia las
Esclavas de la Inmaculada Niña, por su apoyo y aliento en la realización de
este trabajo. En particular a M. Eloisa, de Almería; M. Maris Stella, de Madrid
y, especialmente, a M. María Reina, Superiora General.
35.- F. Escámez, I.c. nota 7, ibidem.
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