martes, 4 de septiembre de 2012

Toma de posesión como nuevo Hermano Mayor de la Soledad de Almería de nuestro paisano y amigo don Javier Morcillo


Nuestro muy querido paisano y amigo, don Javier Morcillo, tomó posesión de su cargo de Hermano Mayor de la Soledad de Almería el pasado domingo en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol. Don Javier está adornado de grandes cualidades, de las cuales siempre está presto para ponerlas al servicio de Dios y la Santísima Virgen. Licenciado en Historia, ha trabajado en diversos yacimientos arqueológicos y, además, su obra pictórica ha sido premiada con diversos galardones. Nuestra Hermandad, a la que él ha ayudado en muchas ocasiones, le envía sus oraciones por su nuevo mandato. 


Debido a su honda profundidad doctrinal, reproducimos la magnífica homilía que pronunció nuestro querido paisano, el M. I. Sr. D. Francisco José Escámez Mañas, con este motivo:



En el pasaje del Evangelio de este domingo Jesús ofrece enseñanzas capitales sobre el fundamento de la moral cristiana. Nos muestra en qué consiste la religión auténtica, iluminando cuál debe ser la relación entre religión y observancia. El Señor corta de raíz la tendencia a dar más importancia a los gestos y a los ritos exteriores que a las disposiciones del corazón, al deseo de aparentar que se es bueno -más que de serlo-. Así Jesús señala que la verdadera impureza no es la exterior, sino la del corazón. A Dios solo le agrada el culto vivido en el amor efectivo a Él y al prójimo, pues en eso consiste la verdadera religión, que es la fuente de la auténtica felicidad, de la santidad y de la salvación. De esta página del Evangelio podemos sacar una enseñanza de orden no sólo individual, sino también social y eclesial. La distorsión que Jesús denunciaba de dar más importancia a la limpieza exterior que a la pureza del corazón se reproduce hoy a escala mundial. Hay hoy mucha preocupación por la contaminación exterior y física de la atmósfera, del agua; en cambio se extiende silencio casi absoluto sobre la contaminación interior y moral. ¿Cómo no va a haber crisis de semejante mundo? A nivel eclesial y cofrade, Jesús nos invita hoy a una revisión profunda y sincera de nuestro modo de rezar, celebrar y vivir el culto y de proyectarlo en la existencia cotidiana, desde nuestro corazón, donde acogemos o rechazamos a Dios y al prójimo.
Tomemos alguna de las realidades ‘contaminantes’ enumeradas por Jesús: la calumnia. ¿Queremos hacer de verdad una labor ecológica, sanear el mundo? Emprendamos una lucha sin cuartel contra el vicio de la crítica destructiva, de participar en murmuraciones contra personas ausentes, de lanzar juicios a la ligera. Esto es un veneno dificilísimo de neutralizar. Una regla: habla del ausente como si estuviera presente. Y piensa que siempre estás en presencia de Dios, a quien darás cuenta de tu vida y de tus obras.
Hermanos: resulta obligada cortesía agradecer los servicios prestados al que cesa. Agradecer hoy su trabajo a la JG saliente, encabezada por su HM, no es un puro formulismo. En este momento solemne, expreso gustosamente mi reconocimiento, con todo encomio, por las loables actitudes y buen hacer de la JG y del HM saliente, D. Luis Criado. Querido D. Luis: ha servido a Dios Nº Sº y a su Smª Madre. No solo de forma correcta: ha honrado el cargo. Me complace por entero que prosiga su servicio todavía en esta JG. Como quedó patente en una de las últimas sesiones, todos hemos valorado como una hermosa experiencia trabajar juntos con este magnífico equipo, personas de talla y valía que deseo seguir teniendo cerca para gloria de Dios y servicio de la Iglesia.
Es verdad que en la reunión de Cofradías, la del recién elegido HM, D. Francisco Javier, tal vez sea la cara más joven. Esta peculiaridad no pasa de ser una anécdota, porque en la Iglesia, lo que cuenta es la profundidad de una fe operante, no tanto la edad. Siempre ha habido santos de todas las edades, incluso niños. En la Biblia se valora con razón la experiencia que dan los años, lo cual parece justo y muy conveniente en una sociedad gerontófoba. Pero este hecho no debe implicar el desdén por los menores. “Nadie te desprecie por ser joven” (1 Tim 4,12), escribió San Pablo al joven obispo Timoteo. Cabe mencionar, asimismo, el respaldo del Beato Juan Pablo II a la misión de los jóvenes en la Iglesia: “Es significativo lo que san Benito recuerda al Abad del monasterio, cuando le invita a consultar también a los más jóvenes: ‘Dios inspira a menudo al más joven lo que es mejor’.” (Novo Millennio Ineunte -6-I-2001-, 45, citando Reg. III, 3). Damos gracias a Dios por tener jóvenes creyentes, lo cual es garantía de futuro. Realmente, en las cofradías de hace decenios parece que no se solía contar con la colaboración de los jóvenes al máximo nivel; otros quizá desearían lo contrario, por la idolatría de la juventud. Ni un extremo ni otro deben darse entre nosotros. De todos modos, nuestro HM es joven, pero relativamente...
Existe una notoria simpatía y confianza mutua entre el nuevo HM y el Consiliario. Por ello, tal vez resulte oportuno informar que, desde que D. Javier me consultó su propósito, superada la inicial sorpresa, lo acepté convencido. A nuestro nuevo HM -como a cada persona-, hay que conocerlo de cerca para descubrir los quilates de su personalidad. Todos saben que el Sr. Morcillo no se acaba en un talante juvenil, ni en su carácter jovial. Sabe estar. En la vida civil, se ha curtido obteniendo una titulación universitaria y ejerciendo su profesión de arqueólogo. En esta Cofradía, decir Javier -como decir ‘Equipo Joven’- es decir devoción acrisolada, fervor, y un trabajo sin tasa, eficaz y abnegado. Esa es mi garantía para confiar en la muy meritoria persona del Sr. Morcillo Matillas. Encima de todo, nos une el paisanaje, del que me alegro y me honro, juntamente con el Sr. López Imbarato. Javier Morcillo, al desempañar sus responsabilidades, ha demostrado también que aun consciente de sus notables aptitudes, dialoga y consulta. Esa disposición suya asegura el trabajo en equipo y ofrece garantía para el acierto. Con el Consiliario, jamás ha deslucido la confianza con la menor indelicadeza. Anticipo con gusto lo que manifiesto en el próximo boletín: “Este año la nueva Junta de Gobierno, que tiene todo a su favor para hacerlo bien, trabajará por aplicar el programa realista del flamante Hermano Mayor, a quien no voy a calificar de ‘JASP’ (joven aunque sobradamente preparado), porque esa expresión queda corta para describir su valía y su capacidad. Bien lo saben cuantos le tratan de cerca”. Asimismo, me satisface que Javier Morcillo haya llamado a integrar la nueva JG a personas de diferente edad y criterio. Ese conjunto de diferentes refleja el ser de la Iglesia. Espero que las naturales tensiones -bien generacionales, bien por diferencia de criterio- sean, como hasta ahora, positivamente resueltas.
Quiero expresar hoy la felicitación pública que le transmitió nuestro querido Juan, q.e.p.d. “Javi, lo primero es darte la enhorabuena por tú nuevo cargo. Disfrútalo, son irrepetibles las sensaciones agridulces que conlleva. Merece la pena, te lo dice una persona que ha pasado por todo (…) Nunca digas he hecho ni me ha costado” (30 junio). En efecto, merece la pena este honor, esta cruz. Una es la responsabilidad del HM, pero con su equipo. Sr. Hermano Mayor, mi querido Javi: “Nadie te desprecie por ser joven; procura ser modelo de los creyentes en la palabra, la conducta, el amor, la fe, la pureza”. Querida JG: servir a Nª Sª es muy grande, y exigente -como vemos en las lecturas del día-. No somos empleados, meros profesionales des-vinculados vitalmente de Quien servimos. Somos discípulos de su Hijo, que la acogen en su casa (Jn 19,27), ¡somos hijos de María! Nº Sº no se deja ganar en misericordia y generosidad con los suyos. A su vez, esta familia parroquial os estima y valora. Contigo, con vosotros, por la Virgen María, tenéis incondicionalmente al Consiliario. Dios os bendiga.


Francisco J. Escámez Mañas
Párroco de la I. P. de Santiago
Consiliario de la Hermandad

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