Hoy, cuando celebramos la Exaltación de la Santa Cruz, inicia el Santo Padre Benedicto XVI su visita apostólica al Líbano. Se trata de un viaje que esperan con ilusión los cristianos de esa nación oriental, tan golpeados a lo largo de su historia. Su Santidad va como peregrino de paz a una región donde, cada vez más, los cristianos son perseguidos por causa de su fe. Oremos todos por el feliz transcurso de esta visita, que la persona del Papa no sufra ningún percance y que su presencia confirme a los hermanos en la fe y traiga la esperanza de la paz a todo el Próximo Oriente.
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