8 de septiembre: Natividad de Nuestra Señora

Natividad de Nuestra Señora, fresco de Giotto en la Capilla de la Arena de Padua (Italia)

Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace de ella.

De Ana y de Joaquín, oriente
de aquella estrella divina,
sale luz clara y digna
de ser pura eternamente;
el alba más clara y bella
no le puede ser igual,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

No le iguala lumbre alguna
de cuantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna:
nace en el suelo tan bella
y con luz tan celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

Gloria al Padre, y gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

Imagen de la Divina Infantita, Excelsa Patrona de El Ejido

No podemos olvidar que un gran apóstol de la devoción a la infancia de Nuestra Señora fue el Siervo de Dios don Federico Salvador Ramón, párroco de nuestro pueblo en 1927. A principios de siglo había fundado la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña, dedicadas a la educación católica bajo el ejemplo de la Virgen María en sus primeros años. En nuestro templo parroquial siempre hubo un lienzo de la Divina Infantita. Desaparecido en las obras de 1968, actualmente se ignora su paradero ni se ha hecho nada por recuperar esta devoción tan entrañable del pueblo cristiano.

Los Siervos de Dios don Federico Salvador Ramón y Madre Arrevillaga en México, 

junto a la primitiva imagen de la Divina Infantita