La Santísima Virgen y Santiago Apóstol intercediendo por la almas del Purgatorio
María, Reina del Purgatorio: te ruego de modo especial por las almas de todos los sacerdotes. Ten misericordia de ellos que, a pesar de sus faltas, hicieron presentes en sus manos a tu Santísimo Hijo para todos nosotros. Escucha sus lamentos y renueva en su corazón la ilusión con la que un día respondieron a su vocación sagrada. Intercede Madre de los sacerdotes por ellos, sacerdotes eternos según el rito de Melquisedec, y Dios escuchará tu súplica.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y brille para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Amén.
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